SENDERISMO

En este epígrafe se describen una serie de rutas para recorrer a pie que, por su vistosidad, naturaleza o transmisión sensorial, son recomendables para conocer el bello y seductor entorno que nos rodea.

Se han seleccionado distintos recorridos con diferentes grados de dificultad, distancia y tiempos de realización, para que puedan ser andados completa o parcialmente por cualquier persona, independientemente de su condición física, es decir, desde largos y duros hasta sencillos y cortos. Las excursiones escogidas, entre las muchas posibles, han sido las siguientes:

1. Chorros del Manzanares (La Pedriza)
2. Cuerda Larga
3. Canencia (Senda Botánica)
4. Morcuera - La Najarra (Miraflores de la Sierra)
5. Cerro de San Pedro (Soto del Real)
6. Senda del Cancho (Navalafuente)
7. Fuente del Cura - Embalse de Miraflores
8. Collado de Las Dehesillas y collado de La Ventana (La Pedriza)
9. Travesía Puerto de Malagosto - Puerto de Cotos
10. Cabeza Mediana o Cerro del Telégrafo (Moralzarzal)
11. Navacerrada - La Barranca
12. Mina de Ag de Bustarviejo
13. El Yelmo
14. La Maliciosa -El Tubo de Todos-
15. Laguna Grande de Peñalara
16. El Tolmo - Collado Cabrón (La Pedriza)
17. La Pirámide (La Pedriza)
18. Peñalara - Claveles
19. Pradera de Navalhorno - Chozo de Majadahambrienta
20. La Granja -Pto. del Reventón - Pto. de Neveros
21. Pico del Lobo (Puerto de la Quesera)
22. Cañón del Río Duratón
23. Navacerrada - Camino Schmid - Collado Ventoso - La Fuenfría
24. Hayedo de Montejo
25. Majaelrayo - Pico Ocejón - Valverde de los Arroyos
26. El Escorial - Abantos - San Rafael
27. Silla de Felipe II (El Escorial)
28. Las Machotas (El Escorial)
29. Pico Cebollera - Tres Provincias - Pico del Lobo



1. Chorros del Manzanares

Se trata de una ruta sencilla, agradable y vistosa de unos 16 km de longitud, que recorre la espléndida belleza de las márgenes del río Manzanares desde El Tranco, situado aguas arriba de Manzanares el Real, hasta Los Chorros. El río, de aguas cristalinas y juguetonas, en función del caudal, va formando reseñables saltos, torrenteras, remansos, cascadas y pozas.
Variante: Continuar hasta el Ventisquero de la Condesa y nacimiento del río Manzanares.
Más información:
Entorno: Cuerda Larga, Castillo de Manzanares, …
Otras actividades: Baño, bicicleta, escalada
2. Cuerda larga

Es un recorrido clásico de la sierra madrileña que separa las cuencas del río Manzanares y del Lozoya. Comenzando desde el Puerto de Navacerrada (1.860 m), recorre toda la arista cumbrera hasta el Puerto de la Morcuera (1.796 m), pasando por alguna de las cimas más emblemáticas de la región, como es Cabeza de Hierro. Durante el recorrido domina hacia el Sur una bella vista hasta más allá de la ciudad de Madrid, mientras que hacia el norte nos deleitamos con el especial atractivo de los bosques y pinares del Valle del Lozoya y, en la lejanía, con la cumbre más alta de la Sª de Guadarrama –Peñalara-.

Las cumbres que iremos encontrando, saliendo desde el Oeste (Pto. De Navacerrada), son Bola del Mundo (2.265 m), Cerro de Valdemartín (2.283 m), Cabeza de Hierro Menor (2.374 m), Cabeza de Hierro Mayor (2.383 m), Loma de Pandasco (2.238 m), Asómate de Hoyos (2.242 m), Loma de Bailanderos (2.133 m) y La Najarra (2.108 m), para bajar desde aquí al Pto. De la Morcuera, situado al Este. Se puede realizar igualmente a la inversa, es decir, de Este a Oeste.
Las cimas son más o menos redondeadas, muy expuestas a la erosión invernal de los fuertes vientos y nieves con vegetación, principalmente rastrera, de piorno y enebro, así como pastizal. A menudo se observan los buitres al mirar hacia el cielo durante el recorrido.

Datos de referencia:              
  • Longitud aprox.: 18 km.
  • Desnivel acumulado aprox.: 1.200 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 7-8 h.
  • Dificultad: En periodo estival sencillo técnicamente, aunque larga y, por ello, dura; en invierno puede llegar a ser muy dura, ya que debe tenerse en cuenta la posible presencia de nieve y, muy en especial, la aparición de niebla. ¡Atención a ello!   

   














 
3. Puerto de Canencia (Senda botánica)


El puerto de Canencia es uno de los parajes más encantadores de la región, un lugar fresco y acogedor; se trata de una zona fácilmente accesible, en cuya ascensión el robledal va dando paso al pinar de montaña, sin que falten los arroyos y fuentes, así como un colorido difícil de imaginar en cada estación del año; todo ello en un área donde se respira la humedad y limpieza del aire, se palpan las formas de las sombras, se escucha el canto de las aves. ¡El paraíso debe ser muy parecido a todo ello!

Al puerto se accede, por su vertiente sur, desde Miraflores de la Sª o, por el Norte, desde Canencia.

La ruta comienza en el mismo puerto sobre una pista que pasa pocos metros más arriba de la fuente del Hornillo, que incluso en verano tiene agua, y donde ya está indicada la "Senda Botánica". Se pasa una barrera metálica y siguiendo dicha pista se alcanza pronto, a la derecha un chozo pastoril (véase foto adjunta).
La pista avanza por el pinar formado por pino silvestre, pudiendo observar en algún punto el espléndido paisaje que se abre a los ojos con el valle del Lozoya al fondo. Se alcanzan unos abetos de enorme porte y color verde oscuro (abeto de Douglas) y pronto, unos 1.600 m desde el inicio en la carretera, se llega a un albergue (albergue del Hornillo) y merendero que están a la derecha de la pista. Justo, al lado y pasado el merendero, comienza la Senda, que se encuentra perfectamente marcada.
Se empezarán a observar especies de árboles relictos y poco habituales, típicos de climas más fríos, así como de otras latitudes como el norte y centro de Europa, que reinaron aquí en otra era.
Las principales especies que hacen de esta ruta un libro ecológico de campo son el abedul (tronco blanquecino-plateado, con grietas negras en los ejemplares de más edad y hojas entre triangulares y romboidales), tejo (tronco corto y cónico, con hojas en forma de aguja plana y ancha de color verde intenso y por debajo verde-amarillento), roble melojo (troco alto, hojas lobuladas y fruto como la bellota) y acebo (hojas verdes brillantes, donde las más bajas tienen espinas y las más elevadas las han perdido, y frutos tipo baya de color rojo), entre un bosque de pino silvestre o alvar (hojas aciculadas cortas, tronco resistente con corteza rojiza y buen porte); se observa el brezo y, allí donde hay más humedad, helechos y verdes musgos.
Se atraviesa un arroyo y al llegar al siguiente (arroyo del Sestil) se observa la chorrera de Mojonavalle, formada sobre unas losas de piedra, con un pequeño mirador próximo subiendo una escalerita de piedra.
El camino gira y sigue descendiendo, llega a un cruce y, de nuevo, se gira a la izquierda para alcanzar de nuevo el mismo arroyo; se sigue éste cambiando un par de veces de margen hasta la carretera, donde pasados unos metros vuelve a subir el camino hasta encontrar el cruce anterior. La senda sigue bien marcada y recorriendo la ladera hasta el anterior merendero.
Por toda esta zona se pueden ver, en ocasiones, corzos y abundantes aves, como buitres, ratoneros y multitud de pájaros cantores.
Una bonita alternativa es volver remontando el arroyo anterior hasta encontrar otra vez la pista inicial que se dejó a la altura del albergue y seguirla hasta que se alcanzan unos prados y verjas (Collado del Hontanar), señalizado en la pista por el P.K. 7 en un mojón y que coincide con una puerta de paso, según sale en la imagen siguiente. Este es un buen sitio para comer, aunque debe haberse previsto el agua, pues aquí no hay.
La vuelta comienza en ascenso por el cortafuegos que sale a la izquierda del paso entre ambos puertos -Collado de Hontanar-, en dirección Este-Sureste.
Se debe seguir dicho cortafuegos hasta la cresta o arista (Los tres Mojones o El Cancho del Águila -1860m-), donde se verá el otro lado del valle, por la parte de Miraflores. Aquí se debe girar a la izquierda por otro cortafuegos que baja en dirección Norte, con bastante pendiente, hasta alcanzar una nueva pista. Se debe seguir esta pista hacia la derecha; inicialmente es más o menos llana; pronto coge, de nuevo, dirección Norte y comienza ligeramente a bajar; sin abandonarla, se llegará en unos 30 minutos a la pista desde donde comenzó la excursión, a la altura del albergue del Hornillo.
Durante el regreso se disfruta de nuevo de tejos, abedules y acebos entre el pinar.
Sólo falta desandar la pista, ahora en bajada hacia Canencia, terminando en la misma fuente del inicio o en el aparcamiento.
Más información de la zona:              
  • Entorno: Valle del Lozoya, Miraflores, Canencia.
  • Otras actividades: Zona de baño en la Presilla de Canencia, rutas en bicicleta.
Datos de referencia:              
  • Longitud aprox.: 14 km.
  • Desnivel acumulado aprox.: unos 500 m; Desde el puerto de Canencia (1425 m), Collado del Hontanar (1729 m), los Tres Mojones (1863 m), más la bajada y subida de la senda botánica.
  • Tiempo necesario aprox.: 4-5 h.
  • Dificultad: Es una ruta sencilla que permite acortarla en cualquier momento de la misma o alargarla si se quiere alcanzar el puerto de la Morcuera. Ideal para pasar la mañana o el día; en invierno puede llegar hacerse más dura, ya que debe tenerse en cuenta la posible presencia de nieve, así como la aparición de niebla.

4. Puerto de la Morcuera - La Najarra


La ruta comienza exactamente en el mismo puerto de la Morcuera en la pista que sale en dirección Suroeste, hacia la izquierda, es decir, hacia Cuerda Larga. Existen un par de zonas para aparcar el coche, la primera unos 100 m antes del puerto subiendo desde Miraflores de la Sª y la segunda unos 600 m pasado el cartel de puerto frente a la fuente del Cossio; una tercera zona está frente al refugio de la Morcuera, unos metros más allá.
Tomando la citada pista, cerrada al tráfico mediante gruesos maderos en forma de valla-muro, se sigue durante unos 2 kms, observando que lentamente va perdiendo anchura para convertirse en un camino y, más tarde, en una senda, todo ello sin pérdida posible, pues es muy evidente.

Se pasa un pequeño grupo de pinos, se rodea un pequeño azud de piedra, se vadea un arroyo, empinándose durante unos metros la senda, todo ello rodeado de matorral bajo, tipo piorno, que da color durante todo el recorrido.
El precioso y emblemático valle del Lozoya domina la vista hacia desde el Oeste hasta el Norte, mientras que mirando hacia atrás se observa el puerto de la Morcuera, lugar desde donde comenzó la excursión.
Despacio se aproxima uno a un canchal de cantos y piedras grandes, que procede de un resalte rocoso de gneises situado algo más alto.
Justo antes de alcanzar y cruzar dicho canchal, se debe girar a la izquierda para dirigirse por otra difusa senda marcada con pequeños montones de piedra hacia la cresta de Cuerda Larga; al coronar, se ha dejado el promontorio rocoso a la derecha y se puede observar el lado contrario de la montaña, es decir, el Hueco o Hoya de San Blas, el embalse de Manzanares y, prácticamente, hasta Madrid.
Caminando sobre la amplia arista, ahora hacia el Este, y esquivando algún que otro risco se alcanza, tras una hora de recorrido, un antiguo refugio de piedra, hoy en día en ruina. Desde aquí hay bonitas vistas y, a menudo, se puede disfrutar de la presencia de la cabra montesa que a sus anchas y tranquila pasta, campa y salta.
El camino sube con comodidad por la cresta hasta alcanzar en un cuarto de hora más la cumbre de la Najarra, marcada con un vértice geodésico sobre un promontorio rocoso (2122 m de altura). Es otro buen lugar para descansar y disfrutar de las magníficas vistas que rodean todos los puntos cardinales.
El descenso comienza en la senda que, con dirección general norte, sigue paralela a una alambrada ganadera. En unos 45 o 50 minutos se alcanzará el punto de inicio de la ruta, tras esquivar unos cuantos resaltes de roca y atravesar una pequeña arboleda.
La parte final de la bajada es cómoda y sencilla, avistando ya el camino de inicio.
Es un recorrido poco exigente, ideal para pasar un buen rato y disfrutar. Incluso para realizarlo con niños es adecuado.

Más información de la zona:              
  • Entorno: Valle del Lozoya, Miraflores y Rascafría.
  • Otras actividades: Zona de baño en la cascada del Purgatorio, rutas en bicicleta.
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 6,5 km (i/v)
  • Desnivel acumulado aprox.: 362 m, entre el puerto de la Morcuera (1760 m) y la Najarra (2122 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5 h (i/v).
  • Dificultad: Baja, es decir, técnicamente sencillo, tanto en invierno como en verano. 
  • Observaciones:  No hay agua para coger en todo el recorrido y las sombras escasean. En el aparcamiento, antes del refugio de la Morcuera, está la fuente del Cossio con agua buena incluso en verano.

5. Cerro de San Pedro

Es un recorrido fácil, que permite unas vistas impresionantes en todas direcciones, viéndose desde el pico Abantos al O hasta el pico del Lobo y el Ocejón hacia el NE, así como Cuerda Larga, la Sª de la Cabrera con el pico de la Miel, la Alcarria y Madrid; está formado por un substrato gnéisico, en ocasiones meteorizado generando una bella morfología, matorral bajo de montaña y praderas que permiten un descanso agradable. Los buitres y milanos son a menudo visibles durante el recorrido.
El recorrido empieza junto a la casa del peón caminero (en ruinas) de la ctra. de Colmenar-Guadalix, hacia el E, saltando una valla de piedra; ahí sale un camino perfectamente visible que nos llevará hasta la cima.
Tras unos metros de recorrido aparece un pequeño y degradado enebral, para dar paso enseguida a pastos de montaña. El camino sigue inicialmente una valla de piedra de separación de fincas; no tiene pérdida pues la huella es evidente.
Pronto aparece una pendiente pronunciada que nos llevará al pie de los primeros resaltes rocosos, que son rodeados hacia la derecha (según se sube) por debajo. Ahí vuelve a suavizarse el recorrido y al cabo de unos 350 m la ruta gira a la izquierda para empinarse de nuevo algo más. Entre retamas, espartos y cantueso, después de pasar otra valla de piedra, se alcanzará un falso llano donde se puede descansar cómodamente en alguna sombra retirándose unos metros del camino.

Las vistas que se disfrutan son durante todo el recorrido espectaculares. No es difícil ver buitres y milanos, hurracas, mirlos y gragillas, así como lagartos ocelados, lagartijasescarabajos, incluso, aunque muy raramente, algún escorpión.
Es bonito observar la disyunción laminar de algunos roquedos gnéisicos, dando bonitas formas, y la variación morfológica del terreno según se asciende, dando resaltes y rellanos condicionados posiblemente por la fracturación general del macizo.
Así van sucediéndose pendientes más suaves con otras más pronunciadas, pero siempre asequibles si se sabe pensar en el regalo que nos ofrece la naturaleza que pisamos. Algo más hacia arriba aparece también el tomillo, característico por su agradable olor y blancura cuando está en flor.
El tramo final vuelve a suavizarse, antes de alcanzar la cima, coronada por el hito pedregoso de unos 4 m de altura. Las vistas aquí vuelven a ser paradisíacas.
La vuelta se suele realizar por el mismo camino.


Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 8 km (i/v)
  • Desnivel acumulado aprox.: 500 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 2 h (i/v) desde la casa del peón caminero en la carretera Colmenar-Guadalix o 4 h. (desde la Urb. Peña Real)
  • Dificultad: Técnicamente sencillo, tanto en invierno como en verano. 
  • Observaciones:  No hay agua para coger en todo el recorrido y las sombras escasean. Hay otras rutas hasta la cima (consultar con el autor, si se está interesado)

6. Senda del Cancho

Es un recorrido agradable, sencillo y corto, que en su mayoría discurre entre vallas de piedra y fresnos, donde abunda la sombra y la humedad; es como una isla climática para los abrasadores meses estivales serranos.

La ruta comienza en el cementerio de Navalafuente, hacia el norte, y, pasado un puente (5 min. andando) sobre el arroyo Gargüera, hay un camino de tierra hacia la izquierda que conduce en ligera ascensión hasta las Cascadas del Cancho (otros 5 min.). 
Estas caídas de agua tienen hasta 6 o 7 saltos diferentes, que producen un agradable sonido dentro de la tranquilidad que rodea la zona.















 
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 2 km (i/v)
  • Desnivel acumulado aprox.: <100 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 20 Min.
  • Dificultad: Sencillo; ideal para un paseo corto, en familia o con niños.


7. Fuente del Cura - Embalse de Miraflores

Es una bonita y, relativamente, corta ruta circular para andar atravesando robledales, pinares y campos de pasto. Discurre prácticamente en su totalidad por pistas y caminos amplios y en buen estado. 
Comienza, y termina, en el aparcamiento de la fuente del Cura, en Miraflores de la Sierra
Inicialmente se sigue la pista, marcada con verde y blanco, que remonta por la margen derecha el curso del río Guadalix, que baja paralelo al aparcamiento en dirección NO desde la Morcuera. El recorrido es sombreado, prácticamente rodeado siempre por robles melojos; aparece algún pino y fresno, así como zarzas, helechos y majuelos. Se ve algo de ganado pastar tras las vallas de piedra o alambradas y se escuchan las aguas descendiendo el valle; en otoño es delicioso y multicolorido y en primavera sensacional. 
Tras recorrer 1,9 km se alcanza un nuevo aparcamiento y la presa de Miraflores, que vale la pena visitar abriendo la portona metálica y pasear sin salirse de la antigua carretera que corona la misma, donde se disfrutan de bonitas vistas en ambos sentidos del valle, es decir, hacia arriba el puerto de la Morcuera y hacia abajo las afueras del pueblo de Miraflores. Aquí hay algunos abedules, como árbol más exótico en estas latitudes, y una fuente junto al merendero de los pescadores.
Una vez de nuevo fuera de la portona, tras regresar sobre nuestros pasos, la pista se convierte en un ancho camino de doble rodada que zigzagueando sigue remontando la pendiente en dirección ONO, es decir, prácticamente hacia el Oeste; el robledal deja paso al pinar y pronto a pastos de montaña; en alguna zona el camino se difumina, pero siempre hacia el oeste y subiendo ligeramente se alcanza la pista que va hacia la Morcuera.
Se debe seguir dicha pista, girando hacia el SE, ahora en bajada por buen camino, tras haber alcanzado la cota más alta del recorrido, se sigue entre pinos, robles y, en ocasiones, pastos en las zonas que han sido sustituido el bosque.
Sin dejar el camino, va girando despacio para seguir hacia el Sur y terminar alcanzando el sendero local SL-02 y SL-03 (otra ancha pista que vuelve hacia Miraflores, ahora en dirección NE). Siguiendo esta dirección, y de nuevo entre melojos, después de 6,9 km de recorrido se alcanza un cruce de pistas donde hay unas hermosas vistas hacia el cerro de San Pedro y hacia Madrid. Es otro buen lugar para descansar, aunque la verdad es que no faltan lugares de recreo y descanso durante todo el recorrido.
 
Manteniendo la dirección que se traía, tras andar 1,9 km más, se alcanzará de nuevo el área recreativa de la fuente del Cura y el aparcamiento donde comenzó el recorrido. Aquí hay mesas y fuentes para descansar antes de partir.



Más información de la zona:              
  • Entorno: Puerto de la Morcuera, Miraflores, Puerto de Canencia.
  • Otras actividades: Rutas en bicicleta.
 Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 8,8 km. La ruta es circular por lo que comienza y acaba en el aparcamiento de la Fuente del Cura.
  • Desnivel acumulado aprox.: 398 m, entre las cotas 1166 m y 1469 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5 h. 
  • Dificultad: Fácil; ideal para hacer tranquilamente con chicos y niños o en familia.
  • Observaciones: Hay un par fuentes en el recorrido. Se puede continuar y alargar la excursión hacia el puerto de la Morcuera (2h más) e incluso hasta la Najarra (1,5 h más); en este último caso, en invierno puede hacer falta equipación para andar sobre hielo o nieve. ¡Ojo!: Está prohibido bañarse en el embalse de Miraflores.

8. Collado de las Dehesillas y Collado de la Ventana

Es una excursión a la Pedriza algo distinta a lo normal, debido a que se accede por puertas y caminos poco habituales y transitados; ambos collados están situados en la "parte trasera" de la Pedriza, dentro del Parque Nacional del Guadarrama, y se alcanzan pasando jaras, retamas, pinos y bonitos acebos, entre pendientes, praderas, arroyos, roquedos y peñascos. 
El acceso más fácil, próximo y menos transitado, desde Soto del Real, se realiza por una ancha pista de tierra que sale en diagonal hacia la derecha (desde Soto del Real hacia Manzanares el Real) en el P.K.: 20+600 de la M 608; tras casi 3 km de pista, y pasado el Canto del Berrueco (destaca elevado a la izquierda), se sigue por la izquierda en un cruce de caminos, todavía por buena pista (camino Jaralón). El coche se debe dejar cuanto antes, cerca del cruce, para seguir andando y pasar, poco rato después, una puerta metálica y el arroyo de Santillana.
El camino remonta la pendiente cerca de unas casas campestres y establos, siguiendo hacia el norte paralelo al arroyo; al cabo de unos 500 m casi llanos comienza a girar a la izquierda -mantener siempre la pista principal-, de nuevo aumentando la pendiente, y pasa junto a unas antiguas canteras abandonadas permitiendo ver todo el Hueco de Coberteros y, más arriba, el Collado de la Dehesilla o de la Silla, hacia donde iremos accediendo siguiendo en dirección Oeste.
El camino está señalado en rojo y blanco (por ser una variante del GR-10).
Pasadas las canteras, la pista se transforma en un camino, fácil de seguir por ascender a media ladera sobre el arroyo de Coberteros, al que acabará cruzando antes del collado. Se disfruta de bonitas vistas sobre el arroyo, los pinares, jaraleras y peñascos, así como de un silencio imperturbable.
Tras pasar una cerca y algunos regatos de agua que bajan desde los canchos y peñas situados más arriba -Cerro del Jaralón-, el camino sigue cada vez más cerca del arroyo y subiendo suavemente sin pausa. Discurre junto a grandes bloques haciendo recovecos para esquivarlos, cruza el arroyo, y alcanza el pinar abierto; en seguida, sin darnos cuenta, llegaremos a los cantos y vivacs que hay en el Collado de la Dehesilla (1.453 m) que, como refugio natural, permiten una muy agradable parada y regocijo del paraje.
El collado es un histórico paso natural para ganaderos, cazadores, montañeros y, en su época, ladrones y bandidos, entre la zona interior de la Pedriza y los llanos sotorrealeños o a la inversa. 
Siguiendo la dirección que se traía se bajaría hacia el Tolmo, mientras que girando en el mismo collado de la Dehesilla hacia la derecha (Norte) la senda conduce con mayor pendiente, y en ocasiones zigzageando entre pinos y roquedos, hacia Mataelvicial, que se rodea por su derecha poco antes de girar el camino hacia la izquierda (hacia el Este) en dirección hacia los canchos y mogotes de La Naranja Mecánicael Torro, etc. Se trata de un bellísimo recorrido, más agreste y duro que la primera parte. Pasado Las Llamas, se gira fuertemente hacia el Noreste en dirección a una zona más suave donde está la Pradera de los Navajuelos y, posteriormente, otra vez un tramo empinado hacia el norte que sube a la base de la Pared de Santillana. Es una clásica zona de escalada, poco visitada, pero bastante aérea. Rodeando la pared por su derecha, el camino sigue empinado y haciendo zigzag hacia el Risco de la Ventana, que ofrece unas preciosas vistas, y más adelante hasta el Collado de la Ventana (1.784m), meta de esta descripción. Este último tramo es duro pero muy reconfortante. 
En resumen, el recorrido se puede acortar o alargar en función de las fuerzas de cada uno, pero no deja de ser una ruta exigente, especialmente en verano con calor o invierno con nieve.
La vuelta se realizaría por el mismo camino o, en su caso, se pueden consultar variantes de bajada hacia la zona central de la Pedriza o, en dirección contraria, hacia la Hoya de San Blas por la senda de la Herrada o incluso seguir una variante en subida hacia la Esfinge y Collado de Matasanos para salir por Cuerda Larga o por las Milaneras.


Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 8 km (i/v) hasta el collado de la Dehesilla y 5 km más i/v hasta la Ventana.
  • Desnivel acumulado aprox.: 440 m. hasta la Dehesilla y 330 m más hasta la Ventana.
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5 h (i/v) hasta el Collado de la Dehesilla, más otras 2 horas i/v hasta el de la Ventana. Otros tiempos adicionales en función de las paradas y ocio que se deseen.
  • Dificultad: Técnicamente fácil, tanto en invierno como en verano. Puede tener nieve en invierno. Ropa de abrigo.
  • Observaciones:  No hay agua potable para coger en todo el recorrido, sin embargo algunos tramos se recorren bajo bonitas y frescas sombras. También se puede acceder por la ruta habitual de la zona central interior de la Pedriza, siguiendo el arroyo de la Dehesilla que sale a la derecha del Tolmo (consultar con el autor, si se está interesado). Otra información en el Centro de Educación Ambiental del Parque de 10 a 18 h (91 853 99 78).


9. Travesía Puerto de Malagosto - Puerto de Cotos  

Es ruta lineal, larga y exigente (32 km), que recorre una gran parte de las cumbres de la Sierra, a menudo desconocida pero de gran valor y atractivo.
Se ha elegido en esta ocasión la localidad de Alameda del valle (1140 m de altitud), en el valle del río Lozoya, como lugar de partida. 
La pista comienza exactamente en el cruce de entrada al pueblo desde la carretera M-604, pero en sentido contrario, es decir, remontando las aguas del arroyo de la Sauca - afluente del Lozoya-. 
Se optó por recorrer la primera etapa por la noche con el objetivo de alcanzar para pernoctar el "Chozo de la Chata", pasado el puerto de Malagosto.
Los primeros kilómetros se recorren sobre una pista ancha y muy cómoda paralela al arroyo de la Sauca y que lo cruza dos veces por sendos puentes, respectivamente a unos 500 m (6 minutos recorridos) y 1500 m (18 min) desde la partida. La única atención a tener en cuenta entre ambos cruces del río es coger la pista de la izquierda en el único desvío que uno se encuentra a los 9 min. de llevar caminando.
Se pasa una talaquera y lentamente la pista va tomando mayor inclinación hasta alcanzar un giro muy evidente de 90º a la izquierda (4 km recorridos aproximadamente) donde hay un cartel informativo y un camino de doble rodada, pero en peor estado, que sigue más o menos llaneando en dirección hacia el arroyo de la Sauca, que quedaba a la derecha.
El recorrido hasta el momento ha atravesado robledales y zonas más claras con pequeños praderíos, donde se observa en ocasiones pastar al ganado.
Siguiendo la pista que gira a la izquierda, la pendiente vuelve a ser notable hasta que a los 300 m vuelve a girar 90º a la derecha para desembocar unos 200 m después en un amplio y normalmente encharcado prado, pues son numerosos las zonas donde surge y mana el agua.
Desde aquí (aprox. 1380 m de altitud), atravesando el prado en dirección N (la misma que se traía), la senda se torna discontinua y confusa, con maleza compuesta por piornos, zarzas, majuelos y rosales silvestres que dificultan el avance.
Siguiendo hacia el N, destacan en la ladera las sobras de una acebeda con ejemplares de buen porte que sobresalen "claramente", siendo aquel el punto hacia donde hay que dirigirse; durante el recorrido se escuchan algún paso de animales que "huyen", asimilables por su porte y ruido a corzos o jabalíes.
La única orientación real posible es mantener más o menos una ruta con orientación NO, sin tener en cuenta los zizagueos del camino durante algunos metros del ascenso. 
Pasada la acebeda se debe mantener una dirección NO, paralelo a la Loma de las Peñas Crecientes, por la izquerda, y al arroyo anterior, por la derecha, que permitirá alcanzar un camino (quizá cortafuegos) que no aparece en el mapa, pero que permite un mejor y rápido avance hacia en dirección al puerto, que se atisba en la arista cumbrera entre otras cimas. Manteniendo ahora dicho camino se alcanza la Loma de Peñas Crecientes y pronto un paso con puerta en una verja metálica que permite cruzar a la vertiente O de la Loma (recordad que se estaba ascendiendo por la vertiente E, entre el arroyo y la Loma).
Desde aquí, todo es seguir dicho camino (este sí está en los mapas, aunque ahora parece un cortafuegos por el destrozo que han hecho las máquinas) hasta coronar el puerto de Malagosto (1928 m de altitud) y, tras pasar otra puerta en el mismo puerto, seguir recto unos 10 minutos, ahora bajando, hasta el chozo de la Chata.
El recorrido nocturno ha llevado 3,5 horas, con mochilas cargadas, por lo que todo indica que el descanso será formidable tras acondicionar algo el suelo. Son las 2h de la mañana.
Al día siguiente (2ª etapa), ya con luz natural y todavía con bastante sueño nos visita una manada de cabras montesas que galopan hacia la fuente, pero que al vernos se esconden, regresando al rato por donde han venido, sin perdernos de vista. Tomamos agua en la fuente, nos lavamos y desayunamos sin ninguna prisa; el tiempo es nuestro; luego recogemos todo y salimos de nuevo hacia el puerto de Malagosto, que se alcanza en unos diez minutos de ascenso y donde la noche anterior no pudimos ver nada. 
Decidimos ir unos metros en dirección Norte hacia la cruz de Juan Ruiz, es decir, hacia el pico Crescientes, y luego descender de nuevo al puerto y seguir hacia el Sur por la cuerda de la montaña que hace de divisoria entre Segovia y Madrid.



El itinerario continua ahora por una evidente senda, pues durante toda la jornada no hay más que seguir la arista cimera de las cumbres que, aunque tiene giros y recodos variando de dirección, mantiene una dirección general hacia el Sur. 
El paisaje es continuamente espléndido: a un lado el valle del río Lozoya (los pueblos, los embalses, pinares, Cuerda Larga, etc...) al otro la planicie de la meseta del Duero (La Granja y Segovia se ven en numerosas ocasiones) y al frente se divisan los riscos de Claveles y Peñalara que serán nuestra "estrella a seguir".  A la izquierda y hacia abajo se ve parte de las paredes del circo glacial de las Poyatas, que asoma entre el bosque reforestado.
La vegetación en la arista es escasa debido al clima extremo invernal, tanto viento como nieve o hielo, y veraniego con un potente sol en los días más duros.
Domina el piorno bajo y el enebro rastrero, entre la vegetación, y arañas, moscas, escarabajos y poco más entre los animalillos de altura; el roquedo está formado por gneises con sus veteados característicos orientados por los esfuerzos sufridos (temperatura y presión) durante la elevación orogénica.
Lo que no falta en todo el recorrido son los vuelos de los buitres, milanos, cuervos y, con suerte, algún águila: ¡Todo un lujo para la mirada!
Se van viendo asimismo algunas ruinas de construcciones de la Guerra Civil (bunkers y trincheras); la senda se transforma por momentos en un camino de doble rodada y a la inversa; se pasa alguna puerta en las cercas ganaderas; lo importante es mantener siempre la arista cumbrera. Según se avanza, en una sucesión de suaves y cortas subidas y bajadas, se alcanzará el alto y, luego, el puerto de las Calderuelas, el cerro del Poyo, el pico Flecha (2077 m),  el collado de la Flecha, el pico Reventón y el puerto del mismo nombre a 2039 m de altitud, característico por el monolito dedicado al Tte. Coronel Ibañez Martín.
Las vistas siguen siendo muy sugerentes; el puerto del Reventón es un buen lugar para descansar y es el lugar elegido para comer y estirarnos.
Desde aquí y hasta el collado de los Neveros, se comparte un tramo de ruta con el itinerario 18 (véase dicha descripción).
Cada vez se ve más cerca la cumbre de Peñalara, siempre hacia el sur, y más nítidamente en la lejanía y hacia el SE la Cuerda Larga; es habitual que en este periplo se encuentren cabras, caballos libres y ganado suelto, nada peligroso. En este tramo se ha pasado el Cerro Morete, los altos y el puerto de Poyales, el pico de los Neveros y finalmente se alcanza el collado de los Neveros, a 2095 m de altitud.
El próximo destino es el chozo "Aranjuez", situado en la falda NO de Peñalara; para ello, desde el mismo puerto se debe seguir una senda, al principio evidente y luego algo difusa, en dirección SO. Se ha pasado a la derecha el camino que baja hacia La Granja y Valsaín (hacia el O) y a la derecha el que va hacia la laguna de los Pájaros (hacia el E).
La senda comienza más o menos llaneando y poco a poco comienza a descender y a perderse, aunque no genera problema alguno, pues ya se observa el chozo en la lejanía. La bajada puede hacerse pesada después de toda la caminata, al tener que ir esquivando matorrales, pasando canchales y sorteando arroyos y humedales, pero la cercanía del chozo anima a seguir a buen ritmo. 
Por cierto, es importante mencionar aunque sea como anécdota que los que saben de esto dicen que su nombre real es chozo Aranque, aunque en algunos mapas aparece como "Aranjuez", debido a que han copiado mal el topónimo.

Nos sorprende, al llegar, ver que lo están reformando, pues el antiguo chozo con su chimenea lo están transformando en un agradable refugio. Ello no impide que acondicionemos algo el suelo y pasemos la noche en él.Disfrutamos viendo el anochecer, la pared NO de Peñalara, los arroyos y, en general, todo lo que nos rodea: tranquilidad y naturaleza. Esperábamos ver también algún corzo o jabalí, pero se queda en un bonito y largo sueño.




Por la noche ha hecho aire, que va menguando con la salida del sol, aunque éste tarde en entrar, pues la sombra de Peñalara es larga. Aparecen de visita unos caballos, tranquilos y pacientes.

Vamos recogiendo los enseres, preparamos desayuno y salimos sin prisas; atravesaremos a media ladera Peñalara, para ascender hacia Dos Hermanas y luego descender por el camino de Peñalara hasta el puerto de Cotos.
Desde el refugio está marcada la senda con hitos de piedra, aunque no hay que perder la intuición; se sale en dirección Sur, rodeando un promontorio rocoso cubierto de vegetación y pinos; poco a poco el camino se va haciendo más evidente y continuo, para irse transformándose en un zizagueo sin pérdida posible, ya en la pendiente más pronunciada. Es simplemente precioso ir echando la vista atrás, para ver el recorrido caminado.
¡Ojo, siempre hacia el Sur! hasta que llegando a la parte más alta comienza a rodear la alomada, y casi interminable, cima de Dos Hermanas (2269 m) y continuar hasta enlazar con el camino normal a la cumbre de Peñalara; ya la bajada es cómoda y fácil.
Nos fijamos en la reforestación realizada en la antigua estación de esquí y todo lo que conlleva la declaración de la zona como Parque Nacional (de Guadarrama).
Aparece en la lejanía Siete Picos, la Bola del Mundo (que es la dirección que ahora seguimos), Montón de Trigo, etc...y demamos a la izquierda la subida normal hacia Peñalara.
Después de día y medio caminando encontramos a las primeras personas en el recorrido, en este caso que ascienden hacia el pico, mientras nosotros nos escabullimos hacia abajo, hacia el puerto de Cotos (1830 m) donde ya hay demasiado gentío en comparación con nuestra soledad de horas anteriores. 













Todavía aprovechamos para descansar y beber antes de divisar el circo de la Laguna Grande y el refugio de Zabala.
El regreso desde Cotos hasta Alameda, donde dejamos el coche, lo realizamos en "autostop" con el fin de rematar la aventura, aunque hay el bus del Parque Nacional baja desde aquí hasta Rascafría y luego otro de línea que sigue hasta Oteruelo y Alameda.
Ha sido un gran recorrido, con bonitas vistas y preciosos momentos.
Perfil de la ruta:

Mapa de la ruta:
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 32 km.
  • Desnivel acumulado aprox. 1680 m, según el siguiente desglose: ascenso desde 1124 m (Alameda) hasta 1928 m (puerto de Malagosto), desde 1860 (chozo de la Chata) hasta 1957 (Cruz de Crescientes) y luego por la cuerda un sube y baja por los picos de la Flecha, Reventón, Morete, Poyales hasta los Neveros (2123 m) para descender hasta el chozo Aranjuez (1900 m) y, finalmente, ascender la cara NO de Peñalara por Dos Hermanas (2.265 m ) y descender hasta el puerto de Cotos (1830 m).
  • Tiempo necesario aprox.: Se ha realizado en 2 días con sus noches (en chozo de la Chata o de Malagosto y en el Chozo Aranjuez), es decir, con mochilas cargadas de alimento, ropa y sacos para el periodo, por lo que todo dependerá del ritmo previsto, objetivo y demás. En total han sido 15 h andando con múltiples paradas de descanso y ocio para disfrutar el paisaje.
  • Dificultad: Técnicamente fácil, aunque en invierno debe preverse el paso por nieve y hielo, y con ello las bajas temperaturas. Ropa de abrigo.
  • Observaciones: Hay agua bebible para coger en varios puntos del recorrido, entre otros en la fuente del Chozo de la Chata y en los arroyos que bajan de Peñalara la Chozo Aranjuez; todo el tramo de cuerda cimera se recorre sin sombra alguna. El regreso desde Cotos se realizó en autostop (unos 22 km), pero hay autobús del Parque Nacional hasta Rascafría y luego bus de línea hasta Oteruelo y Alameda.

10. Cabeza Mediana  o Cerro del Telégrafo (Moralzarzal) Está ruta está en preparación

En esta ocasión y para variar, se ha realizado una ascensión nocturna a este Cerro, con la confianza de que no presenta dificultad alguna y de que es un monte que he ascendido más de 40 veces desde cualquiera de sus costados, ya sea Alpedrete, Collado Mediano, Becerril, Moralzarzal o Collado Villalba, pues veraneaba muy cerca de él y todos los años merecía, al menos, una visita.
En esta ocasión la salida elegida es desde, partiendo desde el Parque de la Tejera y atravesándolo para subir directamente campo a través. luego tomando el cortafuegos y cruzando múltiples caminos y la pista, hasta el hito topográfico y la antigua torre de telégrafos, hoy en dia renovada. La vuelta comienza por la pista pero acortando en algunas curvas, luego un trozo del corta fuegos y de nuevo campo a través, aprovechando algunos metros algún camino hasta llegar a la pista que termina en la cancela anterior al depósito de agua de Moralzarzal (pueblo) y desde aquí hasta el aparcamiento donde quedó el coche.













Mapa de situación y perfil de la ruta:
Perfil de la ruta:
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 5,5 km (i/v) desde el aparcamiento.
  • Desnivel acumulado aprox.: 327 m de subida, entre el aparcamiento (999 m) y el hoto cumbrero (1326 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 1,5 h (i/v) más las paradas de disfrute y observación que se realicen. 
  • Dificultad: Fácil; ideal para hacer tranquilamente con chicos y niños o en familia.
  • Observaciones: 

11. Navacerrada - La Barranca

Es un recorrido fácil, casi todo en bajada, donde se mantienen fantásticas vistas sobre la sierra y, en concreto, sobre Bola del Mundo, Maliciosa y el valle de la Barranca. Se recorre un paisaje de alta montaña, pinares y alguna pradera asomando entre roquedos graníticos o gnéisicos que forman bonitos escarpados. Aparece el piorno y el enebro rastrero, el pino alvar y el silvestre; con suerte se puede disfrutar de la cabra montesa, de corzos, caballos libres y, en el cielo del bosque, de lavanderas, picapinos, carboneros, zorzales y petirrojos. Aderezando el recorrido se encuentran además varios arroyos y fuentes de agua cristalinas y frescas.
Vista del Collado Emburriaderos (hacia el Sur) desde Navacerrada
El recorrido comienza en el puerto de Navacerrada (se puede dejar el coche en el aparcamiento) -1.858m-, desde donde asciende una pista fácil y relativamente corta, que sale al lado del telesilla de Bola en dirección hacia el collado de Emburriaderos, en la cuerda de las Cabrillas, situada al sur.
La subida, gracias a las vistas sobre el valle de Cercedilla y Guadarrama, se hace amena, viendo además algún pino aislado y piornos en una ladera bastante degradada.
En poco tiempo se alcanza el collado -1.950m- y se disfruta de las primeras vistas de la otra vertiente, donde domina la Maliciosa. Es un buen punto donde disfrutar reposando un par de minutos. 

Desde aquí, diagonalmente en bajada, pero en dirección hacia la Bola del Mundo (Alto de Guarramillas), comienza la senda que permitirá alcanzar en breve tiempo la fuente del Caño, donde de nuevo gira la senda en dirección sur, hacia el valle, haciendo ladera suavemente en bajada para aproximarse hacia el pinar; en algunos tramos se ve una tubo enterrado en el suelo que da nombre a este camino (senda de la tubería).
En invierno, desde el puerto hasta el mirador de las Canchas la ruta suele estar nevada.
El camino vuelva a alcanzar en algún punto, entre roquedos, la cuerda de las Cabrillas; es fácil de seguir en dirección hacia el mismo valle anterior; al poco se adentra en el pinar (pino silvestre) que, en verano, genera agradables sombras.
En este tramo comienzan a verse y escucharse asimismo multitud de pájaros cantando, que nos acompañan hasta el final del recorrido.
Manteniendo la misma tendencia, pronto se alcanza el mirador de las Canchas; es un lugar amplio para descansar y disfrutar de las vistas sobre Bola, Maliciosa, el Peñotillo, los embalses y valle de la Barranca, así como de la vista hacia el horizonte; a menudo pacen caballos libres y donde no es difícil ver además, con algo de suerte, a la cabra montesa.
En el mirador hay asimismo tres paneles explicativos sobre el paisaje que se divisa.
Desde aquí, sigue bajando una pista cómoda y ancha (hacia la izquierda), en dirección casi contraria a la anterior, es decir, otra vez hacia Bola (NNE); el camino está rodeado por jaras y pinos, atraviesa algún canchal, arroyos y, de nuevo con suerte, se puede ver algún corzo, picapinos, lavanderas, etc...
Es bueno afinar el oído, la vista y buscar el silencio del sotobosque.
Se pasa al lado de un par de fuentes, lugares muy acogedores, ideales para reponer y distraerse.
Siguiendo ya la misma dirección, con más o menos curvas y cambios de sentido, siempre valle abajo, se pasa junto a una zona de ocio equipada con cuerdas, escaleras y tirolinas y pronto se alcanzan los embalses del Ejércicto del Aire y la Barranca, donde hay mesas, un hotel y zona de aparcamiento.                                  
Bola y Maliciosa desde la senda
Naturalmente el recorrido se puede hacer a la inversa, ascendiendo, así como ida y vuelta por la logística de recoger el coche a la vuelta, si no se ha previsto dejar uno en cada extremo del recorrido. 

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 10 km (ida) desde el puerto de Navacerrada hasta el aparcamiento de la Barranca.
  • Desnivel acumulado aprox.: 90 m de subida hasta el collado y 550 m de bajada desde el collado hasta la Barranca.
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5-3 h (ida) considerando pequeñas paradas de disfrute y observación. Otros tiempos adicionales en función de las paradas y ocio que se deseen.
  • Dificultad: Técnicamente fácil, tanto en invierno como en verano. Suele haber nieve en invierno. Ropa de abrigo.
  • Observaciones: Hay agua potable en varias fuentes; algunos tramos se recorren bajo frescas sombras y cerca de arroyos.

12. Mina de Ag de Bustarviejo
 
Es un recorrido corto, accesible, pero con una bonita y durilla pendiente de subida durante la aproximación; la vuelta es todo bajada. 
Se trata de un rinconcillo de la sierra que fue explotado desde el siglo XVI, donde gracias a los carteles explicativos uno se va metiendo en el asunto de la minería. 
El recorrido no tiene pérdida, pues parte justo desde la entrada del pueblo de Bustarviejo a la izquierda según se viene desde Miraflores. Hay un aparcamiento para el coche, al lado del campo de fútbol, y cartel indicativo de la ruta, que comienza por pista ancha paralela a la citada carretera de Miraflores, pero en sentido contrario.
Se recorre un paisaje de piornos y pinar, alternando en zonas con robledal y jara; se ve tomillo, lavanda y otras plantas aromáticas y en primavera coloreadas que aderezan el recorrido. 
Se alcanza una charca, a la derecha de la pista, desde donde se observa la Torre de la Mina, en lo alto, dirección que ya no se debe perder.
La subida tiene fuerte pendiente, pero, despacio, vale la pena. 
Al alcanzar la restaurada torre de la mina, que ha quedado vistosa, hay una buena zona de reposo donde instruirse con las explicaciones escritas en los carteles instalados.
Se observa posteriormente, al dirigirse algo más arriba hacia la bocamina, diferente maquinaria de explotación abandonada (trituradora, tolva, poleas del castillete, etc.) que dan idea de como funcionaba todo el sistema.

En el pozo de entrada (arriba) se ve parte de la maquinaria de lo que era el castillete de entrada. Aquí, se observan en los taludes las mineralizaciones metálicas (arsenopirita, plata, oro, etc), asociadas a los filones de cuarzo, en ocasiones dando bonitos cristales.

La vuelta se puede realizar por el mismo itinerario o, de forma circular, por sendas a través del pinar que, desde arriba, queda a la izquierda y no tiene pérdida.
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 5,5 km (i/v) desde el aparcamiento hasta la bocamina superior.
  • Desnivel acumulado aprox.: 160 m de subida hasta la Torre y poco más hasta la bocamina.
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5 h (i/v) considerando varias paradas de disfrute y observación. 
  • Dificultad: Fácil; ideal para hacer tranquilamente con chicos y niños o en familia.
  • Observaciones: No hay fuentes de agua potable en el camino.

13. El Yelmo (La Pedriza)

El Yelmo trae enseguida a la mente la imagen de la pared más emblemática de la Pedriza Anterior; se puede decir que es su símbolo. Se trata de un enorme bloque granítico, de origen magmático, que destaca inmediatamente al mirar a la Pedriza. 
Esta ruta, de tipo circular (Canto del Berrueco-El Yelmo-Collado de las Dehesillas- Canto del Berrueco), recorre algunos tramos desconocidos para muchas personas y, por tanto, posiblemente no encontraremos a casi nadie, excepto en las cercanías del Yelmo o del Collado de las Dehesillas. 
Se accede desde la ctra. M-608, yendo desde Soto del Real hacia Manzanares el Real, pasada la rotonda donde está el camping de la Fresnedapor una ancha pista de tierra que sale en diagonal hacia la derecha en el P.K.: 20+600; siguiendo casi 2 km de pista, se verá a la izquierda y elevado el Canto del Berrueco (dentro de una finca privada), punto indicativo para dejar el coche y comenzar el recorrido.
Desde esta misma pista, 50 m antes del Canto del Berrueco, sale en perpendicular hacia la izquierda otra pista algo más estrecha, pero por donde todavía accede el coche, directamente hacia la Pedriza. Aquí comienza la ruta.
Pocos metros después parece que el camino choca con la puerta de la finca Los Aljibes, donde hay una cueva neolítica descubierta en 1989 con muestras de arte rupestre de más de 3000 años de antigüedad, pero también continua por la izquierda, algo en bajada para atravesar el arroyo Santillana. Tras unos metros, en un cruce, se gira hacia la derecha, ahora algo en subida y pronto en bajada, que pasa junto a una parcela con colmenas y posteriormente la última casa cercada.
Se atraviesa el arroyo Recuenco, que da nombre al valle que baja desde los roquedos superiores (hueco del Recuenco), y girando hacia la izquierda, pegado a la valla de piedra, comienza la subida hacia el collado del Avispadero. Todo este tramo está señalizado con pintura roja y blanca (GR10) y no tiene pérdida, pues es muy fácil de seguir la senda marcada.
Desde el comienzo dominan los campos la jara pringosa, que en mayo o junio suele estar con unas flores blancas preciosas y llamativas, la hierba de prado con algunos cantuesos y alguna encina y roble. 
Este tramo de senda es empinado, pero agradable, pues cada cierto rato se observa el embalse de Santillana y hay vistas hasta la ciudad de Madrid. Con suerte, se pueden ver desde aquí algunas cabras en los altos riscos y algunos buitres en vuelo o posados en la piedra. Volviendo la vista hacia atrás, se ve asimismo todo el camino recorrido y el Cerro de San Pedro al fondo. Se pasa al lado de un enorme bloque granítico que recuerda como al Tolmo, pero en miniatura, así como algún vivac preparado para pernoctar.
Llegado al collado del Avispadero (1293 m), se anda sobre una zona más llana y ancha, de prado. Se sigue la misma dirección que se traía, es decir, hacia el Oeste, en dirección al collado de la Pedriza, donde empieza la Gran Cañada.
Se puede elegir entre subir por la senda de la Rinconada (marcada con amarillo y blanco) que sale a la derecha antes de llegar al collado de la Pedriza o seguir algo más, bajar algo la Gran Cañada y subir, también a la derecha, por la senda de Carboneras donde hay un cartel azul pidiendo respeto. Pocos metros después se pasaría la fuente de Prado Pino. Ahora aparece también la jara blanca, en contraste con las jaras anteriores.
Cualquiera de ambas está bien marcada y llega a la Pradera del Yelmo, siguiente objetivo de la ruta. La Rinconada discurre más empinada entre peñas, riscos y bonitos huecos en los que hay numerosos vivacs, llegando a la parte este de la Pradera, mientras que la segunda es algo más suave y pasa por el collado de la Encina para llegar a la zona Oeste de la Pradera; sea cual fuere la elegida, vale la pena acercarse hacia la fuente del Yelmo y disfrutar toda la mole del roquedo.
Es un buen lugar para descansar un rato cómodamente, tomar algo y observar las vías de escalada en la pulida pared granítica. 
Para continuar se debe seguir por la pradera, paralelo a la pared, en ligera subida; se pasa junto al Rompeolas, se dejan a la izquierda los caminos que bajan de la cumbre del Yelmo y continuando en dirección NE por una senda suave y fácil. 
Se observa un puente de roca, así como distintas formas caprichosas, se alcanza el risco de el Acebo (queda a la derecha) y comienza la bajada hacia el collado de la Dehesilla que pronto aparecerá ante los ojos.
La bajada, sin ser difícil, requiere atención en algunos tramos que escurren y por ser bastante pronunciada. Todo sigue marcado con señales amarillas y blancas (PR M1) hasta el mismo collado. Aparecen robles y arbustos rastreros que se mantienen verdes todo el año.
En el collado (1453m) no es difícil observar cabras y vuelve a ser un buen lugar de descanso y observación. Se ve hacia el Este la Maliciosa, el mirador del Pastor y el collado del Cabrón, entre el Cancho de los Muertos y las Milaneras, mientras que hacia el Oeste baja el hueco de Coberteros, por donde se deberá continuar.
Durante la bajada la senda está de nuevo marcada con pintura roja y blanca, así como pequeños hitos de piedra; discurre paralela al arroyo de Coberteros y, aunque se puede ir por ambas márgenes, la más cómoda es la que va por la derecha; no obstante, al final se juntan ambas. En este tramo es un placer observar pinos, pequeños acebos, enebros y abedules, así como brezos, jaras y enebros rastreros. Se puede decir que se atraviesa un relicto rincón ecológico.
Pasadas un par de puertas en vallas abiertas, se alcanza una enorme cantera de roca gneísica, actualmente abandonada, junto con las ruinas de las antiguas construcciones para su explotación. La senda se transforma de nuevo en pista, pasa a estar durante un tramo incluso hormigonada y siguiéndola va girando hacia el sur y luego sureste, paralela al arroyo de Santillana que se cruzó al inicio de la ruta.
Se deja un establo a la derecha, se atraviesa una cancela y se vuelve a cruzar el arroyo. Siguiendo la pista, en unos minutos se alcanza de nuevo el lugar de aparcamiento inicial.
Mapa de situación y perfil de la ruta:
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: Ruta circular de 14,6 km.
  • Desnivel aprox.: 640 m de subida entre la cota 975 m al cruzar el arroyo Santillana y la cota 1615 m al pasar al lado de "El Acebo". El desnivel acumulado está en torno a 925 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 5,5 a 6,0 h, considerando paradas de descanso. 
  • Dificultad: Media, debido a su longitud y desnivel; en invierno, al igual que en otras zonas de la sierra, puede haber nieve.
  • Observaciones: En la Gran Cañada está la fuente de Prado Pino y en la Pradera del Yelmo hay otra pequeña fuente.


14. La Maliciosa -El tubo de Todos- 

Esta ruta discurre por la cara sur de la Maliciosa, salvando un fuerte desnivel. Está dentro del Parque Nacional del Guadarrama y es una de las zonas más abruptas de la sierra, más "alpinas" y escarpadas, más bellas y espectaculares: Es alta montaña. 
Se atraviesan praderas, arroyos y canchales; es fácil encontrar a la cabra montesa, así como observar algunas rapaces, además de multitud de pequeños animales como lagartijas, culebras  o topillos. La cubierta vegetal está formada por brezo, jara pringosa, enebro, piorno, helechos, algún pino y varias flores de alta montaña, como violetas, cantuesos y tomillos.
El recorrido comienza en una pista que sale a la derecha de la carretera M-617, desde la localidad de Mataelpino hacia la urbanización Vista Real o hacia Becerril de la Sª, en el P.K. 5+700, donde resalta una "llamativa" antena; está justo en el cambio de pendiente de dicha carretera y ofrece espacio suficiente para aparcar los coches. Desde el principio la sensación es que va a ser una jornada importante de montaña. 
La pista pronto se convierte en una senda que asciende tranquilamente y que, según se avanza paralelo al arroyo de la Garganta, va ganando inclinación y poderío, al igual que empieza a retorcerse, según se pasa del tramo de aproximación al tramo de ascensión hasta la base de las paredes cimeras.
El terreno es granítico con morfologías de bolos sueltos, placas y escarpadas aristas.
El camino que ha ido serpenteando entre la cubierta vegetal y siempre por la misma margen del arroyo, llega al punto en que lo cruza definitivamente para encarar la subida a las paredes cumbreras. En esta zona aumenta la pendiente y la senda está marcada de la forma más clásica en montaña, con hitos de piedra.
No tiene perdida, pues se dirige indefectiblemente y sin rodeos hacia la base de la pared.
Aparecen asimismo las primeras cabras en este día soleado, poco antes de la base.





Para la ascensión final, en esta época del final del invierno, ya se ha alcanzado la zona de nieve, por lo que se debe hacer uso de los crampones y del piolet, avistando ya los conos de entrada a la vía Toñi (centro de la imagen) y al Tubo de Todos (derecha).








Se hace una pequeña y expuesta travesía hacia la derecha, especialmente yendo sólo, pasando por debajo de la entrada de la vía Toñi que se ha quedado sin hielo, y pronto se alcanza el Tubo de Todos que se encuentra en muy buenas condiciones.


Aquí en la entrada al Tubo.
Y comienza la parte final, de sensación más alpina.





Parte final del Tubo, por la izquierda, con salida directa a la cumbre.
Uno de los pocos seracs que, al llegar a la arista, se pueden ver en esta alucinante sierra.
Cumbre
En esta ocasión, y por variar algo la ruta, la bajada se ha elegido hacerla por el lado opuesto, hacia el Peñotillo, tomando la amplia canal que permite volver hasta el comienzo del arroyo de la Garganta y a la senda traída durante la aproximación.
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 9 km (i/v) .
  • Desnivel aprox.: casi 1100 m de subida entre el aparcamiento (1135 m) y la cumbre (2227 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 5,5 h (i/v) más las paradas de disfrute y observación que se realicen. 
  • Dificultad: Dura y difícil; en invierno, con nieve o hielo, puede llegar a ser extremadamente difícil.
  • Observaciones: Hay otras variantes para subir más sencillas (desde la Barranca u otros). En invierno suele hacer falta equipación para andar o escalar sobre hielo o nieve, especialmente en la zona superior.


15. Laguna grande de Peñalara

Se trata posiblemente de la ruta más popular de la zona, debido a su accesibilidad, distancia y a la cantidad de aspectos geomorfológicos de gran belleza que se pueden contemplar y disfrutar. Es realmente bonita, agradable y asequible para cualquier público.
El camino comienza en la ladera de la antigua estación de esquí, hoy en día irreconocible, por encima de la venta Marcelino, otrora dedicada a abastecer el descanso de esquiadores. Al comienzo es una pista ancha y fácil, que sube entre pinos, perfectamente indicada con carteles y flechas; deja a la izquierda la fuente de Cubeiro y, tras una fuerte curva a la izquierda donde está el mirador de la Gitana y se observan preciosas vistas de Cuerda Larga, alcanza pronto un depósito de agua, disimulado hoy en día como cobertizo con bancos y carteles explicativos. Es un punto ideal para descansar si se va con niños. Aquí sale un camino más estrecho hacia la derecha, al comienzo en forma de escalera de piedras, que se encuentra igual que el resto bien indicado, manteniéndose todavía dentro del pinar; se atraviesa pronto una cancela de madera. 
NOTA: Si se siguiera recto al llegar al cobertizo, se iría hacia el refugio Zabala y hacia la cumbre de Peñalara; si se está interesado en eso, debe verse la descripción de "Peñalara".
Poco a poco la vegetación se va aclarando y se ven enfrente los tubos y cumbre de Cabeza de Hierro, segunda mayor altura de la zona. El camino es cómodo y tiene poca pendiente. El piorno y enebro rastrero empiezan a dominar la cubierta vegetal, desapareciendo despacio el pinar, lo que es indicativo del cambio de piso y del clima de montaña que domina el invierno. Asoman ya los primeros roquedos gneísicos que conforman el macizo.
Siguiendo el camino se alcanza en poco tiempo la fuente del Cedrón, que vuelve a ser un lugar interesante para descansar y avituallarse.
El camino mantiene una pendiente suave hasta alcanzar el chozo de vigilancia del parque, donde hacia la izquierda se sigue hasta el circo y laguna de Peñalara, mientras que a la derecha se seguiría hacia la laguna de los pájaros. Todo ello está bien indicado.
Tomando el camino de la izquierda, aumenta la pendiente y parcialmente sobre pasarelas de madera se alcanza en unos quince minutos la laguna Grande de Peñalara, que ocupa la parte central del circo del mismo nombre.
Las márgenes de la laguna están protegidas para evitar el impacto de los visitantes, ya que además en sus aguas habitan varios tipos de anfibios. Se observan verdes praderas y grandes paredes donde, en muchas de ellas, se puede escalar. Es un lugar donde el glaciarismo cuaternario a dejado magníficas huellas (la propia laguna, morrenas, circo, ...) y que evoca los más profundos y sinceros pensamientos de cada uno.

La vuelta se puede realizar por el mismo camino o ascender hacia el refugio Zabala, que destaca en un alto rocoso a la izquierda, y que tiene buenas indicaciones para el regreso. No tiene pérdida y enlazaría con la pista que se dejo al pasar por el cobertizo.  

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 6 km (i/v) desde el aparcamiento del puerto de Cotos hasta la laguna.
  • Desnivel acumulado aprox.: 187 m de subida entre Cotos (1830 m) y la laguna (2017 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 2 h (i/v) más las paradas de disfrute y observación que se realicen. 
  • Dificultad: Fácil; ideal para hacer tranquilamente con chicos y niños o en familia.
  • Observaciones: Hay un par fuentes de agua bebible, aunque no tratada, en el camino. Se puede continuar y alargar la excursión otras dos horas de ida y vuelta hasta la laguna de los Pájaros (2170 m de altitud) por camino fácil y bien indicado, pasando también por Cinco Lagunas. En invierno puede hacer falta equipación para andar sobre hielo o nieve.

16. El Tolmo - Collado Cabrón (La Pedriza) 
 
Se trata de una ruta sencilla, de tipo circular, que comienza y termina en el primer aparcamiento de Canto Cochino, dentro de la Pedriza.

El recorrido permite observar preciosas vistas de algunos de los parajes más conocidos de la Pedriza; gran parte del tiempo se anda protegido por el bosque, principalmente de coníferas.
La ruta comienza en la parte baja del aparcamiento, cruzando el río Manzanares por el puente de madera y siguiendo, a continuación, el desvío de la izquierda. Con la humedad que genera el paso del río se ha generado en la ribera una vegetación típica formada por fresnos y sauces, con algún avellano. Enseguida, de frente, dejando a la derecha una antigua casa forestal (casa Taller), uno se topa con dos carteles informativos, a cuya derecha sale el camino descrito en estas líneas, conocido como la "Autopista de la Pedriza" (se regresará por el que queda a la izquierda).
El camino asciende ligeramente entre pinos y arizónicas como representantes del bosque y jaras, zarzas y toviscos como representantes arbustivos o sotobosque, con una dirección casi Norte, por la margen derecha del Arroyo de la Majadilla donde sigue viéndose la vegetación de ribera anterior, así como algún acebo. Distraídamente se va escuchando el canto de herrerillos, garrapinos, mirlos, carboneros, pinzones u otros pájaros coloridos y vistosos.
Es una zona muy concurrida, por lo que para aislarse algo mejor y oir la música de las aves será bueno retirarse unos metros del camino.
Poco a poco aparecen también algunos ejemplares de poco porte de enebros y encina; mientras siguiendo la senda se alcanza la charca de Kindelán (hasta aquí unos 15 minutos recorridos desde el comienzo o aproximadamente 1 km).
La inmensidad de roquedos y farallones que se elevan están formados por rocas graníticas, moldeadas por el viento y las aguas a lo largo de milenios. Retomando la senda, se mantiene la misma dirección y en otros 15 minutos se cruza el arroyo por un puente que lleva en pocos metros al llano del Peluca, donde hay una fuente, y donde se observa a la derecha, algo elevado, el refugio Giner de los Ríos.
Desde aquí es fácil observar al NE el risco del Pájaro, al fondo en el valle asoma el Tolmo y, más allá, el collado de las Dehesillas. Al Norte las Torres, delante de Cuerda Larga, y al NO las Milaneras. Los buitres vuelan a sus anchas por los numerosos riscos que rodean las alturas.
En dirección NE, siguiendo el arroyo de la Dehesilla, en otros 10 minutos, se alcanza la roca de El Tolmo, que es un inmenso bolo granítico situado en mitad del valle que rodó en otro tiempo desde las zonas altas, donde se practica la escalada artificial. Es un buen lugar para descansar y disfrutar de las vistas. Hacia el fondo del valle se ve el Collado de la Dehesilla, se distingue el Hueso, entre el Pájaro y el citado collado.
A continuación, se debe regresar bajando hasta la pasarela de madera donde se cruzó anteriormente el arroyo, cerca del refugio Giner, volverla a cruzar de vuelta y desandar todavía unos 200 m para tomar otro camino que asciende a la derecha, en dirección Oeste, hacia el Collado Cabrón y Cancho de los Muertos. Es una subida corta, que va zigzagueando, de aproximadamente 1 km, relativamente exigente.
En gran parte del recorrido se puede observan la erosión que genera en el suelo el paso de numerosas personas, dejando entrever las raíces de los árboles al aire y eliminando la cubierta edáfica y arenosa, por cierto, muy pobre en estos suelos de carácter ácido.

El camino no tiene pérdida, estando bien señalizado. Se puede observar que la jara pringosa ha dejado paso a la jara blanca, de estepa, con hoja más ancha y clara.
Al llegar al collado (1303 m), hay un cruce de caminos, pudiendo ir hacia el Sur hasta el Cancho de los Muertos (nombre que describe las actividades que los bandoleros debieron realizar por estos lares), hacia el Norte hasta el Pajarito y las Milaneras o seguir de frente, hacia el Oeste, y luego SO, para empezar a bajar por el sendero marcado en blanco y amarillo (PR-M1). ¡Ojo!, que este mismo sendero también va hacia arriba en dirección hacia el Pajarito.
Se debe seguir el PR-M1 hacia abajo, hacia el Oeste, para terminar el recorrido descrito en estas líneas.
Desde aquí hasta el aparcamiento ya todo el camino es por el pinar, en bajada, al principio haciendo pequeñas zetas y luego más lineal cuando se comienza a ver el río Manzanares, la zona de la Charca Verde y Maliciosa en las alturas, por encima de la Sierra de los Porrones, al E. También se observa Cabeza de Hierro, en cuerda Larga (hay algún mirador natural, excelente para pararse y mirar las panorámicas que se pueden disfrutar).
Descendiendo aproximadamente 1,5 km, la senda va girando hacia el Sureste para bajar semiparalela al río que se intuye en el fondo del valle y, de nuevo, recorriendo otro kilómetro y medio se alcanzará el puente inicial que se cruzó al salir del aparcamiento. Este tramo está señalizado con flechas verdes, pero en sentido contrario ya que también se puede realizar todo el recorrido al revés de cómo se ha descrito aquí.
En días tranquilos, y con suerte, se puede observar fauna mayor, como jabalíes, corzos, zorros o algunas cabras montesas y como fauna menor, alguna ardilla, culebra y lagartijas variadas, como la colilarga o la ibérica.
Al final del recorrido se tiene una buena sensación al haber podido ver tan variados y conocidos parajes en la inmensidad del macizo.

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 7,6 km con comienzo y final en el primer aparcamiento de Canto Cochino.
  • Desnivel acumulado aprox.: 273 m de subida entre el aparcamiento (1030 m) y el Collado Cabrón (1303 m), más 80 m si se va hasta el Tolmo (1250 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 2 h más las paradas de disfrute y observación que se realicen. 
  • Dificultad: Fácil; ideal para principiantes o para hacer tranquilamente con chicos y niños o en familia.
  • Observaciones: Hay un par fuentes de agua bebible, aunque no tratada, en el camino, aunque en verano suelen secarse. Se puede acortar la excursión sin ir al Tolmo subiendo directamente al Collado Cabrón o, al contrario, sin subir al collado Cabrón y volver el mismo camino desde el Tolmo.

17. Las Pirámides (La Pedriza)

"¡Noooo! ¡No las toques si no quieres morir!"

Así comienza la leyenda de estas Pirámides, tal y como la narraba el pastor que había oído contarla a sus ancestros y éstos a los suyos mismos.



De nuevo una excursión por la Pedriza, accediendo desde la zona de Soto del Real, por el camino Jaralón. 



El acceso es, similar a la Ruta nº8, por una ancha pista de tierra que sale en diagonal hacia la derecha (desde Soto del Real hacia Manzanares el Real) en el P.K.: 20+600 de la M 608; tras casi 3 km de pista, y pasado el Canto del Berrueco (destaca elevado a la izquierda), se sigue por la izquierda en un cruce de caminos, todavía por buena pista . El coche se debe dejar cuanto antes, cerca del cruce, para seguir andando y pasar, poco rato después, el arroyo de Santillana por una puerta metálica.
El camino (camino Jaralón) remonta la pendiente cerca de unas construcciones campestres y/o establos, alguna de la Comunidad de Madrid, siguiendo hacia el norte paralelo al arroyo; al cabo de unos 500 m semi-llanos comienza a girar a la izquierda -mantener siempre la pista principal, parcialmente hormigonada-, aumentando fuertemente la pendiente, y pasando más arriba de unas antiguas canteras abandonadas y próximos a algunos chalets aislados.
Tras una serie de curvas se alcanza la pradera de El Cervunal que, actualmente, está parcialmente cerrada con una valla metálica para el control y captura de fauna (cabras y, quizá, jabalíes) mediante un par de estructuras metálicas de doble puerta.
Se ha dejado de ver tanto la Najarra como la Hoya de San Blas y el Collado de la Dehesilla, para dominar la vista hacia el Sur, donde se encuentra el embalse de Santillana.
Pasada la segunda estructura metálica y siguiendo algunos hitos de piedra, se remonta la pendiente entre jaras y rocas. Aparece de vez en cuando una cabra asomando entre los peñascos.
El recorrido, en sentido Oeste, no está siempre claro; de vez en cuando aparece algún hito y otras veces debe dominar la intución para mantener la dirección deseada, subiendo, bajando y bordeando escarpes rocosos.La vegetación dificulta el avance.
En una zona despejada y amplia, entre Peña del Risco y Peñas Sordas, aparecen las misteriosas pirámides. Nuestra imaginación nos forja nuevas leyendas sobre la existencia de las mismas; adjunto un enlace a una de ellas:
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5044288233346273162#editor/target=page;pageID=8151431796858066074;onPublishedMenu=pages;onClosedMenu=pages;postNum=0;src=pagename



La vegetación es escasa y las vistas despejadas en todas direcciones.
El regreso se realiza cómodamente por senda que, rodeando Peñas Sordas por el lado norte, permite descender directamente y sin dificultad hasta el Cervunal, donde se inició la ruta circular, y retornar por la pista inicial hasta los coches.
Para ello, se atraviesa una valla de piedra y se sigue la traza bien marcada dejada por las huellas del paso de otras gentes.


Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 7,5 km.
  • Desnivel acumulado aprox.: 450 m de subida entre el aparcamiento (990 m) y el Collado Cabrón (1450 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 4 h más las paradas de disfrute y observación que se realicen. 
  • Dificultad: Fácil, aunque el camino de ida sea parcialmente incómodo por la vegetación. Si se hace ida y vuelta por donde está descrito el regreso, no tiene ninguna incomodidad y puede ser agradable hacerlo con niños o familia.
  • Observaciones: No se encuentra agua potable durante el recorrido.
  • En el siguiene enlace está descrita la Leyenda de las Pirámides tal y como la leí (merece la pena leerla antes de ir a verlas): 

    https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5044288233346273162#editor/target=page;pageID=8151431796858066074;onPublishedMenu=pages;onClosedMenu=pages;postNum=0;src=pagename


18. Peñalara-Claveles Está ruta está en preparación



Peñarala desde la fuente del Cossio.
Peñalara -circo y cumbre- durante la ascensión

Praderas al dejar el camino hacia el refugio de Zabala

Laguna Grande de Peñalara

Cumbre de Peñalara (2425 m)

Laguna de los Pájaros desde el risco de los Pájaros y al fondo el valle del Lozoya

Laguna de los Pájaros; al fondo el risco Claveles (2388 m)


Circo y laguna Grande de Peñalara

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 6 km (i/v) desde el aparcamiento del puerto de Cotos hasta la laguna.
  • Desnivel acumulado aprox.: 687 m de subida; referencias: Pto. Cotos (1830 m), Peñalara (2425 m), Claveles (2388 m), Los Pájaros (2374 m).
  • Tiempo necesario aprox.: 2 h hasta la cumbre de Peñalara, 1/2 h hasta Claveles, 1 h hasta la laguna de los Pájaros y 2 h de vuelta por Cinco Lagunas y el Circo de Peñalara, más las paradas de disfrute y observación que se realicen. 
  • Dificultad: Media hasta la cumbre de Peñalara, pero difícil el paso por Claveles, si no se rodea por la parte inferior segoviana; en resumen, ruta exigente pero asequible. Atención: En invierno será necesario equipación para andar sobre hielo o nieve.
  • Observaciones: En el mismo puerto y al inicio del camino hacia la cumbre hay alguna fuente de agua consumible. 


19. Pradera de Navalhorno - Chozo de Majadahambrienta
 
Esta ruta comienza en la localidad de Pradera de Navalhorno, situada en la carretera hacia la Granja. Al final del pueblo sale a la derecha una carretera hacia la fábrica de maderas y, aquí, dejando el coche, comienza la ruta por los senderos reales, que es un antiguo camino hoy bien asfaltado de unos 4 m de anchura.
Debe seguirse en dirección hacia la Cueva del Monje, que se alcanzará en unos 45 minutos, siguiendo a contracorriente el arroyo de la Chorranca. Se pasará la fuente del Milano, así como alguna otra y, pasado el mojón granítico "3", sale a la izquierda una antigua carretera (no asfaltada, pero muy evidente) que, cada vez con mayor pendiente, empieza a ganar altura al pinar.

Desde el comienzo la ruta es muy agradable, casi siempre con sombra, donde se disfruta del cántico de las aguas y las aves y del correr de los corzos. Es posible ver a la Lavandera, al Picapinos, al Ratonero y varias otras que hacen las delicias a los ojos.
El entorno da muestra de la buena explotación y, a la vez, conservación de los bosques de pinos a lo largo de los siglos.
Aparece algún joven acebo al desviarse hacia la izquierda que también permite pensar en una lenta recuperación de especies originales.
Como se decía anteriormente, la pista va picando en la piernas por su elevada exigencia debido a la pendiente; por tanto, paciencia y mantener un ritmo suave, pero sostenido, será lo mejor. 
Cuando la pista gira bruscamente hacia la izquierda y todavía andando 150 m más por la misma, sale a la derecha otra pista, con pendiente similar que manteniéndose siempre por su izquierda, es decir, sin coger desvío alguno hacia la derecha (o siguiendo cualquier desvío hacia la izquierda) alcanzará la fuente del Tío Levita en dos ocasiones a distinta altura (ambas a la izquierda del camino). Unos 80 metros después de alcanzar la segunda vez la fuente del Tío Levita, ya llaneando el camino pero sin bajar, sale a la derecha una senda entre los pinos, poco definida, que en otros 100 m llega a un claro donde está el chozo de Majadahambrienta.
Se trata de nuevo de un área muy gratificante donde se reposa muy a gusto. Se puede pernoctar en el chozo (2 personas) aunque no es todo lo acogedor que algunos quisieran.
Siguiendo la misma dirección, ya por encima del pinar, es decir, en zona abierta y delante de los farallones de Peñalara, se encuentra a una media hora el chozo Aranjuez (mejor equipado que el anterior para pernoctar) situado a 1.900 m de altura y donde también se puede coger agua del arroyo Peñalara que está en las inmediaciones.
Desde aquí, se puede seguir hacia el puerto de los Neveros, situado al NE a 45 minutos más, en el límite con la provincia de Madrid o se puede bajara por la senda que más o menos sigue el arroyo hacia la pista anterior que bien en dirección Norte o, contraria, Sur nos llevará a la misma pista anterior de subida y a la carretera asfaltada para llegar a la localidad de partida.




Es un buen recorrido, muy recomendable, tan exigente como placentero, que recorre pinares y roquedos o pastizales, aderezado con un espectacular entorno y una naturaleza de encanto.

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 10 km (ida) desde el aparcamiento al lado de la fábrica de madera hasta el segundo chozo.
  • Desnivel acumulado aprox.: 600 m de subida hasta el chozo de Majadahambrienta, casi 100 m más hasta el chozo Aranjuez y 200 m más hasta el puerto de Los Neveros.
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5 h (ida) considerando pequeñas paradas de disfrute y observación. Otros tiempos adicionales en función de las paradas y ocio que se deseen. (1/2 hora más hasta el chozo Aranjuez) y 3/4 de hora hasta el Puerto de los Neveros.
  • Dificultad: Técnicamente fácil, aunque duro, tanto en invierno como en verano. Suele haber nieve en invierno. Ropa de abrigo.
  • Observaciones: Hay agua potable en varias fuentes; muchos tramos se recorren bajo frescas sombras y cerca de arroyos.

20. La Granja - Puerto del Reventón - Puerto de Neveros
 
La ruta es tan agradable como exigente; recorre robledales, pinares, matorral bajo, praderas de monte y la cuerda de la arista cimera algo pelada como corresponde a la alta montaña; también discurre cerca de arroyos y fuentes, así como lugares históricos poblados de bunkers de la Guerra Civil y zonas de descanso real de otros tiempos.
Comienza junto a la valla de los jardines de La Granja, justo a la entrada de la Urbanización Caserío de Urgel, donde hay sitio para dejar los coches. Sale un sendero pegado a la valla en dirección Sureste y, en paralelo, un camino de doble rodada que se juntan poco más allá, ambos sin llegar a entrar en la urbanización.
Inicialmente el camino es casi llano para, sin darse cuenta, ir tomando pendiente y retorciéndose, especialmente cuando ya sólo continua el camino ancho, poco antes de la esquina de la valla de los jardines de la Granja, conocida como El Esquinazo.
Prácticamente al llegar al Esquinazo, la pista gira bruscamente hacia el norte, volviéndose a suavizar la pendiente e incluso a llanear durante un kilómetro. Esta pista está marcada como RV-4 (Ruta Verde 4) hasta el puerto del Reventón con postes de madera y señalización verde-azul-amarilla. En este tramo se pasa una puerta metálica grande situada en mitad de la pista. 
Más adelante debe girarse a la derecha, nuevamente en dirección Sureste y comenzar a ascender, al alcanzar un cruce de caminos.
Durante este tramo se pasará un caño de agua (fuente bebible) a la izquierda de la cuneta, el mirador de Tere con bonitas vistas sobre el Palacio de la Granja, los pinares de Valsaín, el embalse de Pontón Alto y Segovia más al fondo.
Por tramos, el pinar deja paso a zonas aclaradas de pradera, matorrales, helechos y roquedos formados por gneises, roca característica durante todo el recorrido y gran parte de las cumbres serranas. Pronto se pasa la fuente de Ruper, también a la izquierda del camino (a menudo seca en época de estío) y el camino vuelve a girar hacia el Noreste, dirección que mantendrá hasta el Chozo y la Fuente del Infante.
Tanto en otoño (octubre) como en primavera (abril), durante el ascenso se ven algunas setas, como macrolepiotas, amanita muscaria, boletus, etc. en las zonas despejadas de los pinares y en los pies de matorrales. También en otoño es posible disfrutar de las moras de los zarzales, bien sabrosas y rollizas.
Se observa que va desapareciendo el pinar y es sustituido por el piorno y el enebro rastrero, lo que permite ver bastante más allá en el recorrido.
Seiscientos metros antes del Chozo-refugio hay un cruce de caminos, debiendo seguirse el de la izquierda, pues el de la derecha termina en un pinar algo más allá.
Al alcanzar la Fuente del Infante y el refugio vale la pena disfrutar el recorrido realizado hasta el instante, descansar y probar o abastecerse del agua fresca. 
En las praderas se ve, a menudo, ganado suelto, en general manso y poco peligroso.
A partir de aquí, la pista se reduce a una senda bien marcada que discurre, en subida con una pendiente suave o media, paralela a una valla de piedra y que apunta enseguida al puerto; desde la fuente en una media hora más se alcanza el puerto, con un monolito dedicado al Tte. Coronel Ibañez Martín
Toda esta zona fue frente de batalla durante la Guerra Civil y está llena de bunkers y zanjas excavadas en dicha época.
Hacia el Este se ve el valle del Lozoya con el embalse de Pinilla al fondo, hacia el Sur el cerro Morete, hacia el Oeste la ancha meseta y hacia el Norte el Reventón y otros pequeños cerros.
Nuevamente es un buen lugar para relajarse y disfrutar de las vistas que alcanzan también hacia Morcuera y Canencia. A menudo hay viento en este lugar. El camino de frente bajaría hacia Rascafría (sigue marcado como RV4), pero la ruta en descripción girará hacia el suroeste para seguir ascendiendo la cuerda suavemente en dirección Suroeste hacia el cerro Morete, más allá los Altos de los Poyales, el Puerto de los Poyales, Los Neveros y el collado de los Neveros

Este tramo del recorrido, entre el Puerto del Reventón y el collado de los Neveros, es de unos 5 kilómetros y discurre todo el rato por una senda, muy evidente, situada sobre la cuerda o la ancha arista de las montañas. No tiene pérdida, pues la vegetación escasea y es de tipo bajo.
Durante este tramo, es fácil hipnotizarse con las vistas hacia los escarpados riscos de Claveles y el pico Peñalara, cada vez más cercanos, a la vez que se siguen viendo más restos de las construcciones de la Guerra, así como manadas de caballos, ganado vacuno y, en ocasiones, también se disfruta de algunas cabras.
No es difícil ver los buitres en el cielo, tanto el leonado como el negro, cuervos y, con suerte, algún águila.
Si afina la vista también es posible ver el monasterio del Paular, las Presillas de Rascafría, los valles del arroyo Aguilón y del Angostura, así como parte de Cuerda Larga con las Cabezas de Hierro y la Najarra.






Hasta llegar al collado de Neveros hay múltiples lugares donde refugiarse del viento tanto para comer o descansar un poco. Las vistas siguen siendo en todo momento espléndidas en cualquier dirección y se deben apreciar como un verdadero tesoro.
Una vez en el collado de Neveros, hay un nuevo cruce de sendas y la ruta descrita gira hacia la derecha, es decir, en dirección Oeste, por el valle del arroyo de la Chorranca, donde enseguida vuelve a aparecer el pinar.
En este cruce, si se siguiera recto se ascendería a Peñalara y yendo hacia la izquierda se iría hacia la laguna de los Pájaros y más allá hacia Cotos.
Desde aquí prácticamente todo es bajada hasta llegar al aparcamiento, inicio de la ruta, siendo cada vez más cómoda la senda hasta volver a convertirse en una pista.
En unos 30 minutos bajando se alcanza el Raso del Pino, que es un lugar clareado dentro del pinar, donde hay una estación meteorológica y algún cartel indicativo de otras rutas.















Hay que mantenerse todo el tiempo sobre la misma pista hasta un cruce poco señalado, unos 1150 m después del Raso del Pino, donde hay que desviarse hacia la derecha por una senda con una bajada más pronunciada que va hacia el valle del arroyo Carneros, aunque lo evidente sería seguir recto por la pista; ¡atención!, si se siguiera recto se alcanzaría una carretera asfaltada que termina saliendo a Valsaín.
También se podría seguir recto por la pista para visitar la Silla del Rey, piedra labrada con la inscripción El 23 de agosto de 1848 se sentó S. M. Don Francisco de Asís de Vorvón”, que está situada sobre un promontorio, con pronunciada subida, a una altura de 1681 m desde donde entonces se divisaba el Palacio de la Granja.
En este caso, deberá retrocederse el camino andado para recuperar la bajada hacia el arroyo Carneros, ya que es este arroyo, que viene desde el Puerto de los Poyales, el atraviesa el muro de la valla de los jardines del Palacio, por lo que ya no habrá perdida alguna si se sigue siempre dicho arroyo o valle hasta encontrar la citada valla.
El arroyo se cruza por un puente de madera, donde también hay una presilla hecha con maderos y algo de pradera de hierba con helechos; este es de nuevo un bonito lugar para disfrutar.
Aquí se sigue una cómoda pista ya que se enlaza con el camino que también baja desde el Puerto de los Poyales.
Nuevamente si se sigue siempre la pista se alcanza la carretera asfaltada, citada anteriormente, previo paso por la fuente del Chotete, pero no debe olvidarse que el camino más corto de vuelta va por el lado derecho del arroyo, según se baja; también es muy importante recordar, que el mismo arroyo llega hasta la valla de los jardines y que luego todo sería rodearla por la derecha hasta llegar al Esquinazo y finalmente bajar hasta el aparcamiento, también siguiendo la valla lateral.
Sea como fuere, el final no tiene pérdida y es fácil, aunque pueda hacerse ya algo pesado; al alba, bajan los animales a beber y no es difícil, quizá, ver algún jabalí o ciervo. También durante el recorrido puede verse alguna culebra y lagarto, múltiples insectos "raros" y muchos pájaros de buen cantar, especialmente en el pinar.
El itinerario se termina con una gran sensación, la de haber realizado algo especial.

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 20,5 km (ruta circular).
  • Desnivel acumulado aprox.: 1050 m, siendo unos 800 m hasta el Pto. del Reventón, unos 100 m hasta Poyales y otros 100 m a Neveros.
  • Tiempo necesario aprox.: 7,5 h considerando pequeñas paradas de disfrute y observación. Otros tiempos adicionales en función de las paradas y ocio que se deseen.
  • Dificultad: Técnicamente fácil, aunque exigente, más todavía en invierno ya que suele haber zonas con nieve.
  • Observaciones: Hay agua bebible en varias fuentes; excepto en las zonas altas cumbreras, casi todos los tramos se recorren bajo frescas sombras y cerca de arroyos.


21. Pico del Lobo (Puerto de la Quesera)


Desde el pequeño prado de hierba que hay en el Puerto de la Quesera (1757 m), perteneciente a la Sierra de Ayllón, parte un camino montañoso bien marcado en sentido Suroeste, y más adelante Oeste, por el Lomo de las Caseruelas. Observar la vegetación, el pinar, el brezo, la retama, ... facilita olvidar la pendiente con que comienza el trazado. 
Pronto se avista, a lo lejos y hacia la izquierda, el Pico del Lobo, meta final de la ruta, así como gran parte del recorrido que discurre por las lomas, entre el matorral de montaña.

El camino recorre unos tramos de sube-baja hasta el Collado de Prado Llano y el alto del Calamorro de San Benito, el collado de San Benito, el cerro del Aventadero y el collado del mismo nombre. 
La senda no tiene pérdida y su recorrido ofrece en todo momento unas vistas deliciosas.

En primavera se disfruta de la floración y colorido de las plantas. En las rocas sueltas del camino es posible ver brillar las micas y, observando con detenimiento, algunos cristales de granate. Todo ello ameniza el paso y la ruta.
Pronto se observa un cartel indicando "2 km del Pico del Lobo", antes de ascender por el cordal que dirige la ruta al Collado de las Peñuelas, puerta y antesala del Pico.
Hacia la derecha las vistas de la estación de esquí de la Pinilla, de los pinares inferiores y de la localidad de Riaza son siempre relajantes, puediendo disfrutar, más al fondo, de la llanura castellana en toda su plenitud.
Poco antes del Collado de las Peñuelas, el camino se ensancha, cruza algún tramo de hieba fresca, indicativo de la presencia de agua manando; una vez alcanzado el Collado se ve enfrente el Pico del Lobo, todavía a unos 15-20 minutos caminando, como una invitación para subirlo y alcanzarlo.
En la subida se ven restos de lo que iba a ser un telesilla que alcanzaría la cima, donde hay ruinas de lo que sería un restaurante. ¡Hoy en día es un tanto patético! 
En la cumbre el sol y el viento queman, mientras que en invierno la nieve y las ventiscas son tan duras como en cualquier otra región de alta montaña. Todavía en mayo se observan neveros en la zonas sombrías, que alimentan con sus aguas los arroyos y charcas de los prados inferiores.
La bajada se puede realizar por el mismo camino o, a la altura del cartel que se pasó durante la subida, se puede bajar directamente hacia la Pinilla. En caso de haber subido en coche no es recomendable, si no se cuenta con medio para volver a recoger el anterior.
Es idílico para los sentidos gastar unos minutos en el Hayedo de Pedrosa (Segovia) o en el de Tejera Negra (Guadalajara), viendo las propias hayas así como arroyos de montaña de aguas cristalinas. Es posible ver de vez en cuando algún jabalí en estos parajes.


Más información de la zona:              
  • Entorno: Estación de esquí de la Pilnilla, Riaza, Ayllón, Majaelrayo, Hayedo de Tejera Negra.
  • Otras actividades: Rutas en bicicleta.
Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 16 km (i/v)
  • Desnivel aprox.: 517 m, entre el puerto de la Quesera (1757 m) y el pico del Lobo (2274 m); el desnivel acumulado es de unos 750 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 6 h (i/v).
  • Dificultad: Baja, es decir, técnicamente sencillo o fácil; en invierno puede estar presente la nieve o el hielo, aunque lo más importante es que las condiciones climáticas pueden cambiar en muy poco tiempo. No olvidad que el clima es de alta montaña.
  • Observaciones:  No hay fuentes ni agua estable para coger en todo el recorrido aunque si aflora en algún manantial en la zona alta.

22. Cañon del río Duratón
 
El fluir del río Duratón a lo largo de miles de años ha labrado un hermoso cañon fluvial de más de 100 m de altura en el terreno calcáreo, donde los buitres leonados han creado una colonia de más de 1000 ejemplares que anida y descansa en los farallones de estos roquedos.
El Parque Natural de las Hoces del río Duratón, de gran riqueza ambiental, tiene una extensión de más de 5000 hectáreas; además del buitre, destacan los alimoches, águilas, chovas, halcones, milanos y un largo etcétera, así como un colorido bosque de ribera, especialmente en primavera y otoño, donde destacan los chopos entre otros, como sauces, fresnos, alisos y olmos.
Las aguas del río vienen de los valles y vaguadas erosionadas en las duras rocas metamórficas de las inmediaciones del puerto de Somosierra que al llegar a los terrenos más bajos formados por materiales más blandos de tipo sedimentario (areniscas y calizas o dolomías) van profundizando unos acantilados en mitad de las llanuras del páramo.
Se accede, saliendo desde la población segoviana de Sepúlveda en dirección Oeste, hasta alcanzar una rotonda, situada abajo y próxima al río, fuera del núcleo urbano, donde hay un desvío a la derecha que termina en un aparcamiento, justo a la entrada del Parque Natural. Aquí se puede dejar el coche y comenzar la ruta, pasada una barrera transversal y un cartel explicativo.
Se trata de una ruta lineal por un camino cómodo y amplio durante todo el recorrido, pero que obliga a contar con dos vehículos o a regresar por el mismo camino o haciendo "autostop".
A los pocos metros de comenzar a caminar, por camino muy fácil y bien señalizado, se alcanza el fondo del cañon por donde discurrirá toda la ruta; se debe cruzar un puente, para caminar por la margen derecha del río. 
El bosque de ribera, las aguas del río, los cortados, las aves y todo un sinfín de acontecimientos llenan los sentidos, lo que permite avanzar sin darse cuenta de los metros o kilómetros recorridos; así, en unos 6 km se alcanza el puente de Villar (aproximadamente 1,5 h de marcha caminando sin prisas), habiendo disfrutado de una densa arboleda verde, una variada fauna y un espectacular paisaje con altos escarpes oquerosos.
En el recorrido, se puede ver, con algo de suerte y fina observación, el lagarto ocelado, la lagartija colilarga, algunas culebras (escalera, bastarda u otras), cangrejos, carpas y barbos en el río; además hay otros muchos animales mas para ver, como conejos, zorros, nutrias, murciélagos y multitud de pájaros como herrerillos, currucas, aviones, carboneros, etc., entre otros.
Los siguientes kilómetros del desfiladero, pasado el puente del Villar, siguen siendo muy agradables y vistosos; se alcanza la cueva de los Altares, donde se encontraron importantes restos arqueológicos, y poco después el cañon pierde verticalidad y se ensancha antes de alcanzar el puente de Villaseca (aproximadamente 2,5 h caminando desde el inicio de la ruta) donde cruza la ctra. SG2418 y hay sitio para descansar en una amplia zona con merendero y bar y otra explanda de aparcamiento donde se puede haber dejado el segundo coche si no se pensaba volver a pie. Hasta aquí se habrán caminado unos 10,5 kilómetros y, aunque el camino continua con los mismos valores naturales, si se quiere seguir visitando la zona valdría la pena acercarse a visitar la ermita de San Frutos (siglo XII), donde hay preciosas vistas del embalse de Burgomillodo y los meandros del río; está se alcanza a pie desde una pista que sale de la localidad de Villaseca en dirección NO y que inicialmente se recorre en coche hasta otro aparcamiento.

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 10,5 km (ida).
  • Desnivel acumulado aprox.: 40 m, saliendo desde el aparcamiento, situado en la entrada del Parque Natural a unos 920 m de altitud,d hasta el puente de Villaseca, a unos 880 m.
  • Tiempo necesario aprox.: 2,5 h para la ida, considerando pequeñas paradas de disfrute y observación. Otros tiempos adicionales en función de las paradas y ocio que se deseen.
  • Dificultad: Fácil; se trata de un paseo por caminos.
  • Observaciones: La descripción está basada sólo en el recorrido de ida. Hay agua bebible en alguna fuente. En la zona se puede practicar también piragüismo y bicicleta. 

23. Navacerrada - Camino Schmid - Collado Ventoso - La Fuenfría


Es uno de los paseos más clásicos de la Sierra de Guadarrama e ideal para realizar entero o una parte con niños y familia. Comienza en el mismo Puerto de Navacerrada por una carretera asfaltada que, ascendiendo, sale a la izquierda de la famosa Venta Arias.

Tras unos 500 m, al llegar frente a una base con acceso restringido, sale hacia la izquierda el Camino Schmid: una pista de tierra, en descenso, que atraviesa la pista de esquí de El Bosque.
El camino está muy bien indicado y actualmente tiene en toda su longitud una anchura mínima de unos 2 m; recorre, entre pinos silvestres, la zona de umbría que forma ladera norte de Siete Picos.
El camino atraviesa, en su recorrido, algunos arroyos con aguas limpias; tras andar unos 2 km, algo más abajo hacia la derecha, se puede ver la Pradera de Navalusilla, lugar cómodo y de posible descanso.
A unos 3,5 km desde el Puerto de Navacerrada hay una bifurcación bien indicada que, hacia la izquierda, sube con cierta inclinación durante unos 500 m hacia el Collado Ventoso (hacia la derecha se iría directo al Puerto de la Fuenfría). Se trata de un lugar abierto con bonitas praderas, algo de ganado y, en general, viento más o menos perceptible.
Desde aquí hay varias variantes para descubrir; así, según la dirección en la que se ha ascendido y alcanzado el Collado Ventoso, se puede seguir:
  1. Hacia el frente descendiendo hacia la localidad de Cercedilla por el Valle de la Fuenfría, cruzando tras andar unos 6 o 8 minutos la antigua Carretera de la República (pista muy ancha y en muy buen estado). Esta pista lleva hacia la derecha al Puerto de la Fuenfría, de frente a Cercedilla por el Puente del Descalzo y hacia la izquierda hacia el Pico y Praderas de Majalasna y luego también hacia Cercedilla.
  2. Hacia la derecha, por senda algo difusa y poco indicada, se va hacia el Puerto de la Fuenfría (aprox. a 15 minutos).
  3. Hacia la izquierda, se subirían 6 de las cumbres de Siete Picos.
En esta descripción se ha seguido la 2ª opción, atravesando los pinares y canchales que cubren la ladera. Es un paseo fácil, ya que tras comenzar a andar se visualiza enseguida el mismo Puerto de la Fuenfría, pero es importante conocer la zona y tener clara la dirección a seguir (Oeste-Noroeste).
El puerto de la Fuenfría vuelve a ser un espacio suficientemente abierto y que invita a realizar un descanso. A unos 100 m está la Fuente Fría que dió nombre a este puerto y que se encuentra reconstruida en lo que fue un manantial de aguas frescas.
En el mismo Puerto hay varios carteles explicativos sobre las distintas opciones a seguir (parecidas a lo comentado en Collado Ventoso). 
En esta ruta, este es el punto más alejado del recorrido, pues siguiendo la Senda Cosme, hacia la Fuente Fría, comienza el regreso al Puerto de Navacerrada. Vuelve a ser un camino bien indicado y sólo debe prestarse atención a dichas indicaciones, ya que hay que seguier algún desvío hacia la derecha desde el camino que se está andando. Al cabo de casi 2 km se alcanza la bifurcación que se dejó cuando se ascendió al Collado Ventoso.
Todo lo que queda es seguir el camino que se hizo durante la ida y disfrutar de las bonitas vistas del bosque, de los Pinares de Valsaín e, incluso, de Peñalara.

Girando la vista atrás se vuelve a ver el recorrido realizado desde el Puerto de la Fuenfría, poco antes de llegar de nuevo a la carretera inicial de salida que estaba asfaltada.

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: 5,5 km (ida) y 11,4 km (ida y vuelta).
  • Desnivel acumulado aprox.: Se trata de una ruta con pocos desniveles y muy asequible.
  • Tiempo necesario aprox.: 1,5 h para la ida, considerando pequeñas paradas de disfrute y observación. Otros tiempos adicionales en función de las paradas y ocio que se deseen.
  • Dificultad: Fácil; se trata de un paseo por camino bien marcado y sencillo.
  • Observaciones: La descripción está basada sólo en el recorrido de ida. Hay agua bebible en alguna fuente. En la zona se puede practicar también bicicleta.
Croquis de situación:


24. Hayedo de Montejo Está ruta está en preparación



25. Majaelrayo - Pico Ocejón - Valverde de los Arroyos Está ruta está en preparación


26. El Escorial - Abantos - San Rafael Está ruta está en preparación




























27. Silla de Felipe II (El Escorial)
 
Se trata de un conjunto tallado en los bolos graníticos de la sierra, dando forma de asientos y plataformas con las correspondientes escaleras de acceso, próximo a las elevaciones de las Machotas, dentro del espacio natural protegido -Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de la Herrería- situado, situado al sur del Real Sitio de San Lorenzo de el Escorial y desde el que se observa el Monasterio y el pico Abantos en perspectiva.
Durante el camino se atraviesa el Bosque de la Herrería plagado de pies de plátanos de sombra, castaños, melojos, ciruelos, tilos y otros más (Arce de Monpelier, ...) algunos de varios centenares de años.
El recorrido comienza en la Lonja, delante del Monasterio de El Escorial.
Se accede por una antigua carretera asfaltada, que pasa entre dos enormes columnas, denominada Cuesta de los Pastores y que pronto deja a la derecha una antigua edificación y la fuente del Seminario.
Descendiendo por la misma, hacia el Arroyo del Batán, se alcanza pronto una hermosa dehesa formada por fresnos y praderas -Zona de la Herrería- y más adelante un campo de golf (a la derecha, tras una verja) y la fuente de los Capones (a la izq.), todo ello caminando entre algunos bonitos y enormes ejemplares de plátanos de sombra.
Distraídos con el bosque, se alcanza el cruce de la carretera M-505 (¡ojo al cruzar!) y siguiendo de frente sin pérdida se llegará en 2 km a la Silla de Felipe II. 
El recorrido no tiene pérdida, pues hay buenas indicaciones y sólo haría falta seguir la el asfalto, por lo que es un lugar estupendo para dejarse llevar por los caminos y pistas que atajan entre las curvas de la subida (100m) y husmear los rincones, arbustos y árboles, en busca de sensaciones.
Se pasa, entre otros, cerca de un merendero, la fuente de la Prosperidad, la Ermita de la Virgen de Gracia y la fuente de las Arenitas.
Esta zona es realmente variada en ejemplares arbóreos de pino silvestre, ciruelos, avellanos, manzanos y melojos o rebollos, trepadoras como la hiedra, arbustos como el aligustre y los helechos, y, entre la orla espinosa, destacan los endrinos, la zarzamora y el majuelo.
Además hay multitud de aves con sus sonidos melódicos, unos suaves y otros impertinentes, así como lagartijas, escarabajos, arañas y otros muchos insectos.
La subida se hace fácilmente y al alcanzar la Silla de Felipe II se disfruta de una gran panorámica hacia el Monasterio de El Escorial, el Abantos, Siete Picos, Bola del Mundo, Navacerrada y gran parte de la cuerda de la Sierra de Madrid.
El regreso se realiza bien por el mismo camino bien  disfrutando de los jardines y zonas señalizadas dentro del jardín botánico de los jardines de la Herrería, donde hay numerosas descripciones de la vegetación y árboles de la zona.

Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: unos 8 km (ida/vuelta) desde el Monasterio.
  • Desnivel acumulado aprox.: 100 m durante la ida, entre el cruce de la carretera y la Silla, y otro tanto de vuelta.
  • Tiempo necesario aprox.: 2 h (i/v) más pequeñas paradas de disfrute y observación.
  • Dificultad: Técnicamente muy fácil, siempre por carretera antigua o pista ancha; ideal también para niños o familias. 
  • Observaciones: Hay fuentes de agua. La ruta discurre entre sombras, prácticamente todo el recorrido; se puede alargar para ir hasta las Machotas y también hacer en bici.
Situación: 


28. Las Machota (El Escorial)




















Datos de referencia: 
  • Longitud aprox.: unos ... km (ida/vuelta) desde el Monasterio.
  • Desnivel acumulado aprox.: ..... m durante la ida, entre la Silla de Felipe II y la cumbre de la Machota alta..
  • Tiempo necesario aprox.: 3 h (i/v) más pequeñas paradas de disfrute y observación.
  • Dificultad: Técnicamente fácil, siempre por carretera, pista y caminos o sendas. Ideal para ir con niños o familias hasta el collado. 
  • Observaciones: Hay poco agua. La ruta se puede acortar yendo únicamente hasta el collado, valiendo igualmente la pena.





29. Somosierra - Peña Cebollera - Pico del Lobo Está ruta está en preparación







2 comentarios:

  1. Ya a priori, me parece un trabajo muy meticuloso, serio y en profundidad. Llama la atención la cantidad de detalles de todas clases, sobre todo me parecen muy útil que incluso indiques si te encuentras fuentes o no por el camino para poder coger agua. Con la descripción tan detallada y esas magníficas fotografías es como si te pudieras trasladar allí anticipadamente, me parece muy útil poder conocer de antemano lo que te vas encontrando, sobre todo para principiantes. A diferencia de otras páginas o blogs que había visitado, en las que indicaban rutas como fáciles encontraba que eran demasiado largas y no tan sencillas, al menos para los que nos iniciamos en esto del senderismo. Por supuesto que motiva y anima a ello. Seguiré profundizando en las distintas alternativas, gracias por compartir tan magnífico trabajo.

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    1. Gracias por las hermosas palabras, que ayudarán seguro a seguir introduciendo nuevas rutas. Ojalá lo disfrutéis mucha gente como tu.

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